martes, 6 de agosto de 2013

Entrevista a Ayllu!

Por Nicolás Maidana y Mariano Barrera

Nos encontramos en Ramos Mejía. La avenida Rivadavia luce tan iluminada y concurrida que nos hace olvidar que es miércoles. Allí nos encontramos con Agostina Di Renzo y Paula Cabrera. Jóvenes estudiantes que reparten su rutina de libros y apuntes universitarios con un sueño de cambio social que se renueva con cada evento que organizan. Las dos llevan remeras negras con un estampado en común: Ayllu, en letras casi tan coloridas y brillantes como la siguiente entrevista, se muestran entusiasmadas con el proyecto que iniciaron hace ya varios años; el objetivo principal es "construir un centro de educación popular en Añatuya". Se diferencian de la Iglesia Católica y de Cáritas al afirmar que "Ayllu viene de algún modo, a ser la contracara de eso". Hasta el momento financian el emprendimiento con las cuotas de los socios y los eventos culturales, pero esperan con ansias ser nombrados asociación civil para recibir donaciones de empresas más grandes ya que, como nos cuentan las chicas: "el proyecto necesita de todo el apoyo posible".

-¿Cómo se gestó su primer contacto con Añatuya y su compromiso con la gente de Santiago?

-Agostina: Llegamos a Santiago del Estero por primera vez como parte del grupo de misioneros del colegio Santo Domingo, acompañados de las hermanas Dominicas de la Anunciata. Ahí palpamos la realidad de los barrios de Añatuya y sentimos la necesidad de comprometernos a otro nivel. No sólo yendo a misionar una semana en vacaciones de invierno. En ese momento surgió la idea de hacer algo más estable y presente para dar paso a lo que sería Ayllu. Con esfuerzo de todos pudimos adquirir un lote y comenzar a trabajar en el objetivo que nos planteamos: construir un centro de educación popular en Añatuya.

-¿Cuál es la realidad que encontraron y que siguen encontrando cada vez que van a Santiago?

-Paula: La realidad es que hay una tradición muy arraigada de 50 años de presencia de misioneros y Cáritas en esa parte de la provincia y la primera reacción siempre es relacionarnos con ellos. Preguntarnos por las cosas que trajimos para ellos, pero Ayllu viene de algún modo a ser la contracara de eso. Compartimos con los vecinos del barrio la construcción del centro para generar un sentimiento de pertenencia y difundir la concepción de que la labor es en conjunto.

-Agostina: Y la realidad es que hay carencias estructurales. Como la falta de agua, que limita muchísimo la inversión en la zona. Así como la falta de educación. La mayoría de los chicos apenas alcanza la educación secundaria debido a su necesidad de trabajar para sobrevivir. Nuestro grupo trata de realizar un cambio radical en la mentalidad de la gente del barrio. Promueve el interés a una mejor calidad de vida a través de la educación y la cultura.

-¿Por qué la decisión de convertirse en una Asociación civil y que procedimientos están haciendo para lograrlo?

-Paula: Probablemente decidimos enmarcar el proyecto en una Asociación civil por que la realidad es que somos jóvenes de entre 18 y 28 años que estudiamos y trabajamos como cualquiera. Y sólo con un marco legal adecuado podemos tener la capacidad de recibir donaciones y financiamiento que necesitamos para construir el centro de educación popular. En estos momentos estamos tramitando todos los aspectos burocráticos como el estatuto, los cargos y la aprobación. El problema es encontrar profesionales que realmente sepan del tema y puedan darnos una mano sin cobrar.

-¿Por qué hacer un centro de educación popular que tenga como eje (en principio) la Cultura?

-Agostina: El tema de la Cultura está ligado a lo ya antes mencionado: La tradición asistencialista. Por eso nosotros nos capacitamos en cursos de educación popular por que creemos que es la llave para salir de esa tradición y que los mismos vecinos sean capaces de cambiar su realidad.

-¿De qué forma se financia Ayllu?

-Paula: En este momento se financia con una cuota mensual de aquellos que se asocian para dar una mano pero más que nada con eventos en donde tocan bandas de diversos estilos y cobramos una entrada. Por suerte esperamos que cuando Ayllu sea finalmente una asociación civil pueda recibir donaciones de empresas o entidades más grandes porque realmente el proyecto necesita de todo el apoyo posible.

-¿En donde tiene su origen el nombre “Ayllu” y por que el centro en santiago se llama Julián Fragoso?

-Agostina: Ayllu significa comunidad en la lengua quechua.
Y Julián Fragoso fue nuestro amigo y compañero de misión en los primeros años que fuimos junto a las hermanas. Cuando el proyecto comenzaba a gestarse, el falleció. Darle su nombre a modo de homenaje se debió a las ganas y el entusiasmo que tenia por el proyecto hasta el día que nos dejó físicamente porque de adentro nuestro no se va a poder escapar jamás.

-¿Cuáles son los objetivos a largo plazo en lo que concierne a Ayllu?

-Agostina: El ideal a largo plazo y con el centro terminado es lograr la auto-gestión del mismo por parte de los vecinos del barrio

-Paula: Y tenemos en mente generar una modalidad de micro créditos para ayudar a los vecinos en su situación económica tomando como ejemplo muchos bancos que otorgan ese tipo de ayuda.




La Barca Cubana, agosto 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario