domingo, 28 de julio de 2013

Actuemos Generando Uso Armónico (Publicado en edición julio 2013)

Por Mauro Pérez

   
Cuando queremos tomar agua, ni por casualidad se nos ocurre (siempre y cuando esté limpio) meter un vaso en el inodoro y tomar el agua que juntamos de él. Este suceso claramente roza en lo absurdo, pero lo invito a que me siga en estas acciones diarias de cualquiera de nosotros:
   Comer (desayunar, merendar, cenar), ir al baño (varias veces en el día), bañarse,  afeitarse (no todos ni todos los días), tomar unos mates a la tarde, lavar lo que se usó para comer; Agregando la limpieza de la casa, el funcionamiento del lavarropas, el riego de las plantas…
Ahora le pregunto, ¿Cuál es el denominador común de estas acciones? La única respuesta, el uso del AGUA POTABLE.
   Le doy la bienvenida al tema a desarrollar en esta edición: la importancia del Agua. Y lo invito a que se tome unos segundos e  imagine cómo sería un día de usted sin la posibilidad del contar con ella.
   Es de saber universal que el agua es un recurso importante para el desarrollo de la vida, que es incolora, inodora e insípida, que estamos compuestos en alrededor del 70% por agua y que la superficie de la tierra está cubierta casi en un 70% por agua, que la podemos encontrar en estado líquido, sólido o gaseoso, la molécula de agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (cuya fórmula molecular es H2O).
   Lo que estoy seguro de que no se sabe y se necesita saber para dimensionar realmente la problemática es que:
   •Poco más del 97% es salada, esto quiere decir, que apenas un poco menos del 3% del agua total del planeta es dulce (apta para consumo humano)
   •Y que ese porcentaje de agua dulce se distribuye en Ríos y Lagos (0.82), Suelo (0.41), Hielo y Glaciares (78.19), Agua Subterránea (20.58)
   •Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 25% de la población no tiene acceso a agua potable.
   •Debido al consumo de agua No potable mueren por año más de 5 millones de personas según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
   •El agua salada no sirve para las actividades industriales, esto quiere decir que en las grandes ciudades junto al desarrollo industrial han utilizado y contaminado las aguas cercanas a ellas.
   Tenemos que ENTENDER que el AGUA es un RECURSO RENOVABLE pero LIMITADO porque ha disminuido la calidad del recurso. El problema es más grande de lo que lo marcan los fríos números, es un problema global que (como siempre) los más afectados son las personas de menos recursos. Tal es la magnitud, que reducir a la mitad el acceso al agua potable, es uno de “Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)” para el año 2015, adoptadas por la Cumbre de la ONU en el año 2000.
   La idea no es que sientas un cargo de conciencia retroactivo por algún mal uso, ni que te sientas mal si te olvidás alguna vez la canilla abierta (que puede pasar), sino todo lo contrario, es una apuesta  a  valorar  y a valorizar la  posibilidad del consumo, a que le demos la importancia de recurso fundamental, a que difundamos la importancia de cuidarla, a que la  usemos lo debidamente.
   Asumir que es indispensable para la humanidad  para el desarrollo de todas las actividades de los seres humanos (desde las personales a las industriales), será un paso fundamental para involucrarnos con nuestro accionar respecto a su utilización. NO será escaso nuestro aporte si tomamos la responsabilidad de actuar debidamente cotidianamente, que incluye (obviamente) la tarea de trasmitir ese accionar.

   Algunas acciones cotidianas que podemos hacer para cuidar el Agua:

   •Bañarme rápido, teniendo en cuenta que por cada minuto que paso debajo del agua gastó 10 litros de agua
   •Para el lavado de manos, dientes, platos o afeitadas, cerrar la canilla cuando no la uso, es decir, usar el agua sólo para el enjuague
   •En verano, regar las plantas a la tarde cuando el sol se va, porque  hacerlo antes hará que el agua se evapore rápido, no cumpliendo con el objetivo del riego
   •Lavar el auto con balde y no con la manguera
   •Arreglar las canillas que gotean ¡Pierden 50 litros por día!
   •Utilizar siempre en su capacidad máxima el lavarropas y el lavavajillas, ya que llenos o vacíos, en funcionamientos gastan la misma cantidad de agua

    •Colocar en la mochila del inodoro un objeto (ej: botella de medio litro) para distinguir las dos posibles descargas y utilizando menos agua en la que no la requiere.

La Barca Cubana, julio 2013.

26.743 (Publicado en edición julio 2013)

Por Gonzalo Cichero

Artículo 1º- Derecho a la identidad de género. Toda persona tiene derecho:
a) Al reconocimiento de su identidad de género;
b) Al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género;
c) A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada.

  
Siendo éste el primero de quince artículos que contiene la ley 26.743; se nos indica que toda aquella persona, desde su integridad de identidad y género, tiene el pleno derecho a su libre desarrollo como persona, y a su identificación como ésta lo disponga y desee que así sea.
   La ley de Derecho a la identidad de Género se le fue concedida al pueblo argentino el 9 de mayo del 2012, año bisagra para hacer un cisma en el tiempo perdido y el tiempo ganado, para dar inicio a la lucha de las minorías en torno a sus derechos.
   Podría detallarse íntegramente la ley, podrían instaurarse dos párrafos para definir la legislación. Pero quiero que sepan qué se hace con ella hoy en día.
   A partir de ahora queda en cada lector hacerse cargo de continuar el artículo o saltear la página y leer automáticamente la nota de ecología y cerrar la revista. Aquí no hay grises, la postura debe definirse por cada uno: hacerse responsable y tomar conciencia de las dificultades sociales que las mayorías imponen ante minorías, discriminadas, erradicadas por las familias; grupos que sufren cierto despojo y luego son criticados por su situación; o cerrar los ojos y los oídos y vivir de prejuicios
  A grandes rasgos Mocha Celis era el nombre de una travesti que era asidua en la localidad de Flores, gravemente hostigada por la policía. Tucumana, despojada parcialmente por su familia, cuando su único contacto con los vínculos parentescos era el de su hermana, que vivía en el Gran Buenos Aires. Trifulcas con la policía traen la frase “¡Ya vas a ver, puto de mierda, vos vas a terminar con tres tiros!”. Días más tarde de que esto sucediera Mocha es asesinada, y luego del peritaje, que se realizó de forma no legítima (pues es necesario que un familiar acuda al procedimiento de autopsia) siendo sus amigas y compañeras quienes lucharon porque esto sucediera, se da el resultado de que fue asesinada por tres balas de plomo.
   Mocha Celis resultó el nombre del bachillerato Trans por ser que Mocha era analfabeta “Pero hacelo de manera que ella no se sienta mal, que no se sienta menos”. Aún así la necesidad del orgullo por la identidad, por el género, no da constancia de que exista el tener que hacer rancho aparte y fomentar la diversidad pero estando alejados de las mayorías. Si en la universidad de La Plata los baños son para toda persona, indiscriminadamente su sexo y su género ¿Por qué debería existir un Bachillerato que está a favor de la diversidad y la aceptación, irónicamente haciendo referencias a la discriminación y la sectorización? ¿Por qué no podría festejarse la implementación de minorías, a gran escala, en secundarios para adultos? ¿Por qué no dar información o educación en pos de la inclusión en las escuelas primarias?
    Mocha Celis se creó como un espacio para que allí acudan personas con situaciones típicas en Transgéneros, siendo sus principales intereses los de aumentar la calidad de vida del colectivo travesti, transexual y transgénero de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y alrededores;  revertir la situación que conduce a las personas travestis, transexuales y transgéneros a la prostitución, otorgándoles un sustento económico que mantenga su situación de estudiantes para un futuro profesional; aumentar la frecuencia de los controles sobre la salud; generar conciencia sobre el cuidado de la salud; promover la participación democrática y el ejercicio de la ciudadanía plena. Existiendo esas metas para prevenir situaciones de abandono familiar, el exilio de hijos/as que acuden a las grandes ciudades manifestando a la prostitución como únicos medios sostenibles para su situación.
   La verdad es ésta: no existen puestos laborales sin pensar en el “que dirán”, no hay una conciencia más allá de los prejuicios, y no hay ley de identidad si primero no hay la concepción de una persona como pleno ciudadano, como pleno actor político, económico y social.

   Mocha Celis aparece entonces en el plano porteño como una evolución en el plano de la integración social, profesional y ciudadana. Pero falta mucho para que el inconsciente colectivo tenga un cambio.

La Barca Cubana, julio 2013.

Antes del fuego...la chispa (publicado en edición julio 2013)

60° aniversario del inicio de la Revolución Cubana

“…En cuanto a mí, sé que la cárcel será dura como no la ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento, pero no la temo, como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a setenta hermanos míos. Condenadme, no importa, La historia me absolverá…”
   *Fragmento final del alegato de defensa de Fidel Castro durante su juicio del 16 de octubre de 1953

   Estas fueron las últimas palabras que Fidel Castro pronunció en su juicio. Como abogado que era decidió defenderse a sí mismo. Muy dentro de él tenía en claro que estas palabras quedarían en la historia, que su ambición revolucionaria no se detendría ante una condena, que a esa altura, ya estaba determinada. Sus captores eran voraces, implacables y  estaban convencidos de que esa isla perdida en el Caribe era suya. Que las penas de un pueblo pobre y analfabeto son consecuencias regulares de la libertad de mercados, que en la historia humana las desigualdades son lógicas  y combatirlas es prácticamente ir contra la naturaleza con la que se desarrollan los acontecimientos.
   Con seguridad, este proceso judicial fue consecuencia de sucesos que marcarían para siempre la vida de dos hombres, antagónicos y contrapuestos. Que muy probablemente el relato de sus vidas hubiera sido totalmente diferente sin la sorpresiva aparición de su contraparte. Estos individuos son: Fulgencio Batista, Presidente de facto de la Republica de Cuba y Fidel Castro, jefe al mando de un pequeño grupo de jóvenes revolucionarios que el 26 de julio de 1953, con el asalto al cuartel de Moncada, escribiría el primer párrafo de una historia que concluiría el 1ro de enero de 1959. Ese día marco el triunfo de La Revolución Cubana y este abogado devenido en guerrillero, se convirtió en el líder político que transformaría la sociedad cubana hasta nuestros días.
   En la década de los 50’ en la isla de Cuba, la historia se definió por la lucha de poderes de estos dos individuos, que encajaban de forma perfecta en la llamada guerra fría. Un mundo bipolar cortado transversalmente entre dos áreas de influencia, el capitalismo y su “tierra de oportunidades” y el comunismo con su “dictadura del proletariado”. Ese enfrentamiento silencioso erigió muros y cabo trincheras en diferentes países del globo entre 1945 y 1991.
   El capital, el status quo, el orden establecido, era personificado en Fulgencio Batista, tirano que azotaba a la isla  desde 1952. Batista jamás se acomplejo por el hecho de que los hilos que sujetaban sus manos eran visibles desde cualquier lugar de éste hemisferio. Desde su oficina en La Habana, éste peón de los intereses estadounidenses, se procuró mirar al norte antes de cada designación, cada acción de gobierno, fue así como EEUU logró por esos años tener un poder sobre la isla nunca antes visto. Los años de las colonias y los imperios de ultramar habían pasado de moda. La definición que mejor le cabía a la Cuba de Batista no era la de “colonia” sino la de “prostíbulo” ya que los negocios de casinos, drogas, contrabando y prostitución habían convertido a la isla en el paraíso de los mafiosos estadounidenses que no eran bienvenidos del otro lado de la costa.
   Ese país que los adinerados de la sociedad norteamericana elegían para veranear y pasar sus semanas de ocio ocultaba algo atrás del lujo de los grandes casinos de La Habana. La situación del proletariado cubano era alarmante. Como argumentó Castro en su juicio por los acontecimientos de Moncada:
   •El 85% de los pequeños agricultores cubanos pagaba renta y sufría la amenaza permanente del desalojo cuando más de la mitad de las mejores tierras estaban en poder de compañías extranjeras y una gran proporción de la población era analfabeta.
   •400.000 familias del campo y la ciudad vivían hacinadas y casi dos millones y medio de la población urbana pagaba altos alquileres por las casas que ocupaban.
   •El 90% de los niños del campo eran devorados por los parásitos.
   •La existencia de más de un millón de desempleados.

   En esa realidad, el joven abogado de 27 años abrazó los enunciados que grandes revolucionarios habían expuesto antes que él. Ciertamente influenciado tanto por la revolución rusa y sus héroes como por José Martí (escritor y revolucionario cubano de finales de siglo XIX). Fuertemente sensibilizado por la situación de las clases marginales de la sociedad cubana y encolerizado por la opulencia, el lujo y el exceso de los círculos aristocráticos del poder de turno, Castro denunció al jefe de estado ante el Tribunal de Urgencia en marzo de 1952 por las reiteradas violaciones de los derechos de los ciudadanos cubanos. El Tribunal, que sólo era otro resorte del aparato estatal que respondía a Batista y sus socios, rechazó la denuncia. De esta forma, Fidel como otros intelectuales, profesionales o simples jornaleros conformaron en 1953 un modesto grupo armado que se propuso asaltar el cuartel de Moncada, en Santiago de Cuba (extremo este de la isla) como puntapié inicial de lo que sería un levantamiento revolucionario de las masas trabajadoras en su conjunto.
   La acción se concretó en la madrugada del 26 de julio de 1953 en la que participaron 131 combatientes organizados en dos columnas, una al mando del mismo Fidel y otra al mando de su hermano Raúl. Tanto los documentos históricos como los testigos presenciales concuerdan que el resultado de la contienda se determinó a favor de los defensores básicamente por la inferioridad de las fuerzas revolucionarias en hombres y armamento, como también la rápida movilización de los ocupantes que dinamitó el factor sorpresa, pieza clave del plan de asalto. Los días que prosiguieron a la derrota, se caracterizaron por las múltiples ejecuciones de prisioneros que llevaron a cabo los vencedores por órdenes directas de Fulgencio Batista.
   A pesar de la derrota, el asalto al Cuartel de Moncada marca el inicio de La Revolución Cubana. Que una vez concretada en 1959, luego de años de lucha guerrillera en las sierras del este de la isla, daría paso al primer gobierno marxista de toda America latina. Convertiría a Cuba en el rival más importante de los EEUU en el continente hasta nuestros días y cambiaria de forma radical a la sociedad cubana bajo el modelo socialista implantado por Castro en 1961. A tal punto de permitirse que convivan los niveles más altos de alfabetización y promoción de profesionales con paradigmas estalinistas y totalitarios que harían de Cuba, a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XX, un mosaico de paisajes sociales que generan amor y repulsión en idénticas proporciones.

La Barca Cubana, julio 2013.

Por siempre serán Héroes (nota de tapa edición julio 2013)

Entrevista a Luis Carabajal, ex combatiente de Malvinas
 

Por Juan Ignacio Lanari

   
Luis Carabajal es de acá, de zona sur. Vive en Burzaco, tiene 51 años. Cuando tenía 19 vivió en carne propia la guerra de Malvinas. Nos cuenta su experiencia, qué sintió en el frente de batalla, cómo fue recibido una vez regresado al país y qué opina del conflicto actualmente. En relación a su participación en la guerra confiesa: “Realmente pensé que no iba  a volver, ahí aprendí a rezar”, se muestra conforme con el actual reclamo de soberanía por vías diplomáticas y desea: “Quizás vean mis tátara nietos flamear la bandera argentina sobre Puerto Argentino”
   -¿Cómo te enteraste qué tenías que ir a Malvinas?
   -Yo ingresé al servicio militar en enero de 1981 y en noviembre de ese año me dieron la baja por buen comportamiento,  cumplía el rol de mozo y a veces de cocinero del casino de suboficiales. En abril de 1982 yo estaba en casa y me enteré lo de Malvinas,  unos días después, el viernes santo me fueron a buscar a casa tipo cinco de la mañana, yo estaba durmiendo. Golpearon la puerta de casa y a los gritos me llamaban a mí, me levanté enseguida porque ya sabía que me iban a buscar. Ahí salimos en una camioneta a buscar a los demás chicos que estaban de baja y a eso de las seis de la tarde llegamos al cuartel para instruir a los de la clase 63, les enseñamos a armar y desarmar el armamento para que ellos pudieran quedarse haciendo la guardia y nosotros irnos a Malvinas.
   - ¿Cómo fue tu llegada a las islas?
   -Estuvimos dos días en el cuartel enseñándoles a los chicos que se quedaban y el 10 de abril partimos para las islas, terminamos llegando al otro día porque el 10 a la noche el avión no pudo aterrizar por el tiempo y volvimos a salir el 11 de abril, ese día llegamos a las Malvinas.
   -¿Qué sentiste en esos primeros días en las islas?
   -Nosotros no teníamos miedos, estábamos re confiados. “Acá no va a entrar nadie”, decíamos. El  primero de mayo  fue el primer bombardeo,  (de noche era bombardeo naval y de día bombardeo aéreo), ahí empezó el hostigamiento. Nosotros teníamos un cañón con un alcance de doce kilómetros y ellos nos tiraban con uno de 18 kilómetros, o sea que ellos nos tiraban, alcanzaban donde querían y nosotros no podíamos responder. Yo tenía una pistola de bengalas que la lustraba todos los días – porque nos decían que había que cuidar el arma, que era lo más importante que teníamos, que nos iba  a cuidar-, cuando empezó el primer bombardeo me levanté y lo primero que hice fue agarrar la pistola y tirar una luz de bengala porque no veíamos nada, era la primera vez que estábamos en esa situación, con tal mala suerte que la luz de bengala cayó a pocos metros de donde estábamos nosotros, marcándoles el territorio a los ingleses (mis compañeros me querían matar). Al otro día cuando me levanté revisé el cartucho de la bengala y decía “Vence en septiembre de 1977”.
   -¿El abastecimiento de comida cómo era en tu lugar?
   -El tema de la comida, nosotros estuvimos bien hasta el primero de mayo. Teníamos desayuno y almuerzo, comíamos a eso de las 11 de la mañana, y el almuerzo venía a eso de las 3 de la tarde. La comida era suculenta, bien pesada, pero a partir del primer bombardeo no salía la tropa entonces te arreglabas con lo que había, dependíamos de nosotros. No quedó ni un pato ni una gaviota, matábamos lo que veíamos y lo hervíamos, también nos metíamos en la casa de los Kelpers y agarrábamos lo que podíamos. Un día unos soldados que estaban cerca nuestro le robaron un ternero a un Kelper que vivía ahí cerca, con ese ternero comimos todos.
   -¿Cuál es el recuerdo más significativo que tenés de Malvinas?
   -El recuerdo más triste y penoso, que ahora lo estoy recordando y se me hace un nudo en la garganta, fue cuando entregamos el armamento. Ese fue un momento más penoso de todos, si le preguntas a cualquier ex combatiente de Malvinas te va a responder lo mismo. Cuando nos tomaron prisioneros nos llevaron a Puerto Argentino y  nos tuvieron ahí una noche, al otro día nos llevaron al aeropuerto y ahí nos hicieron dejar el arma. Vos no te querés desprender del arma. Eso fue lo más doloroso que viví y hasta hoy me trae angustia. También me sacaron todo lo que tenía, había escrito un diario que no me lo dejaron traer, me dejaron sin nada.
  
-En algún momento estando allá en las Islas, ¿fuiste consiente que podías no volver?
   -Sin dudas a partir del primero de mayo. Realmente pensé que no iba  a volver, ahí aprendí a rezar. Aunque parezca mentira aprendí  a pedirle a Dios por mis compañeros, por mi familia que estaba acá y escribí la primera carta que se la mandé al esposo de mi hermana. Esa carta todavía la tiene mi hermana.
   -¿Desde ese primero de mayo cuánto tiempo paso para vos hasta el 14 de junio  (día de la rendición)?
   -A partir del primero de mayo el tiempo me pasó rapidísimo. Nosotros desde ahí nos enterábamos lo que pasaba en otros lugares y en otros puestos de Malvinas. Escuchábamos radio Colonia (de Uruguay) y ahí nos informábamos lo que pasaba, como el hundimiento del General Belgrano. Pero nosotros estábamos muy confiados pensamos que no iban a entrar. No pensábamos que íbamos a perder la guerra, en ningún momento. Una vez que terminó todo nos dimos cuenta que eran muchos más que nosotros y  que tenían armamento más sofisticado, lo que si tuvimos nosotros (que fue hasta reconocido por los mismos ingleses), fue la garra que pusimos, no nos queríamos rendir.
   -¿Cómo te enteraste que Argentina se había rendido?
   -El oficial de mi grupo que estaba arriba de nosotros, tenía comunicación. Nos avisaron que teníamos que replegar porque los ingleses iban a desembarcar y no tenía sentido que nosotros nos quedemos ahí. La orden que teníamos era abandonar todo menos el armamento. Junté mis cosas, las cargué y me fui al pueblo, cuando llegamos a Puerto argentino nos encontramos con varios soldados de otras divisiones y nos dejaron en el puerto, entramos a un galpón que estaba al lado y no podíamos creer la mercadería que había, no podíamos entender como estaban todos los contenedores llenos de comida y nosotros sin comer.
   -¿Qué trato recibieron por parte de los ingleses?
   -El trato fue buenísimo, nunca recibimos de parte de ellos una agresión ni nada. Cuando nos embarcaron si nos sacaron todo, la campera, el pulóver, las botas,  nos revisaron todo,  nos hicieron vestir y nos subieron al barco. Cinco días nos tuvieron los ingleses hasta el 21 que llegamos a Palomar.
   -¿Cómo los recibió la sociedad argentina a ustedes?
   -Nos trajeron de noche, nadie se enteró que habíamos vuelto. Me tuvieron en Campo de Mayo veinte días sin ni siquiera avisarle a mi familia, me hicieron varios estudios, me engordaron y me dieron la baja. Salí de Campo de Mayo y me volví en colectivo a mi casa, fue muy feo. Yo en ese momento no podía creer que nadie sabía de donde venía. 
   -¿Te pudiste reinsertar fácil laboralmente?
   -Volví a mi trabajo y me dijeron que no, que las ventas no eran lo mismo, y ahí empezó mi calvario. Yo no venía de vacaciones ni de joda,  a mí me fueron a buscar a la noche, me llevaron y acá estoy, quiero seguir trabajando. Los lugares donde iba decía que era ex combatiente y me decían después te llamamos y nada, me sentí muy discriminado, llegó un momento que no quería decir “soy excombatiente”.. El único lugar que me abrió la puerta fue la empresa donde trabajaba mi cuñado, a ese lugar le había mandado la carta desde las Islas.
   -¿Qué opinión tenés  en relación a la discusión actual  sobre la soberanía de las Islas Malvinas por vías diplomáticas y lejos de una posibilidad de enfrentamiento?

   -A mí me gusta lo que está haciendo el Gobierno. Es más, a nosotros nos convocó a la casa de Gobierno cuando se cumplieron los 30 años de la guerra y nos mostró lo que iba a hacer, nos comentó que iba  a continuar el reclamo hasta las últimas consecuencias pero siempre diplomáticamente. A mí me gusta lo que está haciendo y yo no lo voy a ver pero quizás lo vean mis nietos o mis tátara nietos: Ver flamear la bandera argentina sobre puerto argentino.

La Barca Cubana, julio 2013.

Democratizar es la tarea (publicado en edición julio 2013)

Por Mariano Barrera

   
En estas últimas semanas hemos tenido presente el debate sobre las justicia en nuestro país en varios ámbitos. El fallo de la corte suprema declarando inconstitucional la democratización de la justicia dejó a muchos políticos y medios alejando el debate del centro, la democratización de los espacios.
   El fallo de la Corte debe ser entendido y analizado como una elección de esta institución de conservar el status quo y la corporación judicial intacta ante el inmenso avance democrático de las masas populares. ¿Este avance significaría parcialidad a la hora de juzgar, de parte de los jueces? Claramente no y podemos enumerar causas y dar cuentas de este caso.
   Primero, el voto popular se inclinaría directamente en magistrados, los cuales tendrían mayor diversidad para elegirse entre distintos profesionales y no solo ligados al derecho como lo marca la constitución. Segundo, que la elección de aquellos magistrados pondría una mayoría partidaria no afectaría directamente a la hora de juzgar una causa, por lo tanto si como argumento se dice que se podría recusar un juez, es por mero desconocimiento ya que no sólo basta con la decisión del consejo de magistratura para llevar a cabo este accionar sino que hay varias instancias donde el mismo juez puede defender sus decisiones.
Aunque sean pocas las líneas, explican que lo que se está debatiendo verdaderamente es la expresión del voto y la democracia en distintos ámbitos. Uno de los fracasos de la democracia es no haber podido llevar la voluntad de las mayorías a todos los sectores que determinan la vida cotidiana de los ciudadanos. Es aquí donde merecemos que esta discusión se de desde todos los espacios posibles.
   Pero para entender mejor analicemos el caso del fallo de la corte suprema en la vida cotidiana: Supongamos que los profesores que enseñan en las distintas instancias educativas pudieran ser evaluados por un grupo de personas con el fin de que cumplan bien su rol, mejoren sus propuestas pedagógicas, no protagonicen situaciones de violencia, etc.       
   Qué extraño sería que sean los mismos docentes quienes elijan entre otros ligados a la docencia a quien los evalúe. Entonces de un momento a otro se determina que aquellos que funcionarían como los “magistrados de los profesores” sean electos dentro del barrio y pudieran ser cualquiera que rinda un examen sobre aquellas cuestiones con las que tiene que realizar su trabajo correctamente aquel docente. ¿Por qué razón no podría cualquier ciudadano del barrio que cuente con los requisitos necesarios aquel que cumpla el rol de magistrado de los docentes? Mucho más lejos aún, ¿Por qué no podrían ser electos por medio del voto de la gente del barrio? ¿No sería en todo caso, una justicia mucho más imparcial y democrática aquella a la cual tienen acceso más personas y de diversas maneras? Qué mejor que un barrio donde la enseñanza se lleva a cabo por un profesor “plural y democrático”, que integre a su propuesta educativa las visiones que surgieron del mismo barrio sobre la educación de los estudiantes en relación a la realidad en la que viven y las situaciones que atraviesan dentro y fuera de la escuela.  No por ello el profesor debería aprobar en todas las oportunidades al hijo del ciudadano que lo está juzgando en su rol docente, ya que tendría muchas instancias de apelación y se necesitaría de una investigación del caso más allá de los “magistrados de los docentes” para ser removido de su cargo.
   A muchos puede parecerle poco adecuado comparar la justicia con un hecho cotidiano dentro de la sociedad pero en definitiva ese es el rol que le cabe hoy a la sociedad: ampliar los sectores donde el pueblo pueda expresarse y delimitar aquellos a la vez impide llevar a cabo su voluntad.
   Hay que tener en cuenta que esta Corte Suprema fue la misma que dictó la inconstitucionalidad de la Ley de Obediencia Debida y de Punto Final, la Ley de Trabajo que ponía un límite al pago de las indemnizaciones por despido, la Ley que no restringía las escuchas de llamadas personales con la cual se avasallaba el derecho a la intimidad, la Ley Provisional que le prolongaba a los jubilados el reconocimiento judicial sobre sus derechos de naturaleza alimentaria, entre otras.
   Éstas medidas dan por sentado que la Corte se ha expresado en varios momentos en defensa de los derechos de los ciudadanos argentinos y que la misma debe ser valorada. La intención no es hablar de una Corte Suprema de Justicia “opositora”, pero no por eso debe ser eximida de la crítica. Las corporaciones existen y no es malo que lo hagan, equilibran los distintos sectores de la sociedad. Pero hay que tener en cuenta que, desde un sindicato hasta cualquier poder del Estado, son integrados por órdenes de jerarquías, y por lo tanto deben ser democráticos, amplios, plurales.

   Como se aclara en el principio de esta nota, el objetivo es ver más allá de lo que nos muestran los medios de comunicación. Se trata de entender la democratización de los espacios como un arma colectiva de defensa de derechos, de participación popular y como la expresión de la capacidad que tiene el pueblo de ser protagonista de los procesos históricos.

La Barca Cubana, julio 2013.

Darío y Maxi, a once años (Publicado en edición julio 2013)

 "Ni muertos los detendrán"

      
El 2002 arrancó con una tensión social que aumentaba con el correr de los meses como consecuencia de un sistema que había fracasado definitivamente a fines del 2001, luego de varias décadas de gobiernos liberales. Las riendas del país las tomó Eduardo Duhalde- después de la renuncia de De la Rúa y los tres presidentes que pasaron por la Casa Rosada en una semana-.
   El 26 de junio de 2002 se organizó una movilización, en la que participó la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, que tenía como objetivo cortar los principales accesos a la Capital Federal para presionar al gobierno a que ceda ante los reclamos: aumento general del salario, suba a $300 del subsidio para desocupados (en ese momento era de $150) y abastecimiento de alimentos en comedores populares.  En avellaneda se hicieron presentes la policía federal, gendarmería nacional, prefectura naval argentina y la policía bonaerense,  que tenían una orden clara: impedir que la manifestación se realice con éxito. ¿A qué costo?, los hechos hablan por sí solos.
   La represión no se hizo esperar, la policía comenzó lanzando gases lacrimógenos y disparando balas de goma para desconcentrar las columnas, pero los trabajadores estaban de pie y resistían. Empezaron las corridas, el desorden, el caos. La policía pareció desbordarse por la reacción de los activistas, no esperaban la resistencia, impusieron su fuerza por las armas. El comisario de la policía bonaerense Alfredo Fanchiotti  y los oficiales que lo acompañaban empezaron a disparar con balas de plomo directamente a los piqueteros.  Una de esas balas- que fueron disparadas a más de 50 metros-, impactó en el tórax de Maximiliano Kosteki, militante del Movimiento de Trabajadores Desocupados de Lanús. El hecho se produjo en plena avenida Pavón, frente al supermercado Carrefour. Un compañero cargó a Kosteki y lo ayudó a llegar a la estación de trenes. Darío Santillán, del MTD de Guernica,  reconoció a Maximiliano que estaba tirado en el hall de la estación (a más de 500 metros de donde se estaba reprimiendo) y fue a auxiliarlo. Pocos segundos pudo estar al lado de su compañero porque el oficial Fanchiotti junto con el cabo Alejandro Acosta se acercaron de manera amenazante. Santillán empezó a correr, salió del hall de la estación y fue seguido por Fanchiotti que le disparó con total frialdad y por la espalda la bala, que minutos más tarde terminó con la vida del piquetero.
   Tres años más tarde del asesinato de los dos jóvenes, en mayo del 2005, comenzó en Lomas de Zamora el juicio a los responsables del crimen. Las condenas  afectaron a los policías partícipes del asesinato (entre ellos Alfredo Fanchiotti, Alejandro Acosta, Félix Vega, Carlos Quevedo, Mario De la Fuente, Gastón Sierra, Lorenzo Colman y Celestino Robledo). Sin embargo, los responsables políticos que permitieron que la tragedia ocurriera continúan impunes y gozan de total libertad, tal es el caso del ex presidente Eduardo Duhalde, el ex secretario de la Presidencia Aníbal Fernández, el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires Felipe Solá, el ex ministro de Justicia Juan José Álvarez y el ex jefe de Gabinete Alfredo Atanasoff.
   Actualmente, a once años de la masacre, se sigue reclamando a la Justicia que sean condenados estos responsables intelectuales, ya que sin su aval, nunca hubiese ocurrido el brutal asesinato de Darío y Maxi.
   El escritor uruguayo Eduardo Galeano definió al Che Guevara como “un nacedor”, y en su texto dice: “Cuánto más lo insultan, lo manipulan, lo traicionan, más nace. Él es el más nacedor de todos”. Darío Santillán y Maximiliano Kosteki  son, sin dudas, dos nacedores porque a once años de su muerte siguen vivos en cada protesta social, cada manifestación, cada conquista, y cada lucha de los trabajadores. Las balas que terminaron con sus vidas ese lamentable día los hicieron pasar a la inmortalidad y todos los 26 de junio se hacen presentes en Avellaneda para que sigamos reclamando a la Justicia condenas para  los ideólogos de su crimen y para que nos quede bien presente la idea de que  la protesta social no debe ser criminalizada NUNCA.

La Barca Cubana, julio 2013

Narcotráfico, una realidad argentina (publicado en edición julio 2013)

   Por Mariano Aleksink
 
 
En la Argentina, la situación del narcotráfico se enmarca dentro de un contexto internacional en el cual las blandas políticas de control, el avance creciente de la demanda y la producción de drogas ilícitas aumentan cada día más. Las deficiencias en el control que se produjeron en los setenta y se profundizaron en las décadas posteriores,  han dado lugar a que uno de los negocios más redituables se desarrollara de forma excepcional.
   El negocio de las drogas se ve enmarcado en un contexto donde el discurso reinante es del tipo belicoso, donde la llamada “guerra contra las drogas” sólo muestra el fracaso internacional de la prohibición y el control del narcotráfico. El aumento radical en materia de producción, consumo, creación de mercados negros y sofisticación de los medios de tránsito y comercialización de diversos tipos de drogas son claros exponentes del porqué de la existencia de malogradas políticas de control de drogas ilícitas.
   Ésta evidencia reclama una nueva mirada, tanto global como específica, que debe tener un nuevo enfoque. Pero ello debe partir de una consideración fundamental: el crecimiento y la complejización del narcotráfico a nivel global han estado básicamente determinado por la fabulosa demanda de sustancias ilegales que se sostiene y amplía continuamente en los países centrales de mayor desarrollo económico, en particular, aquellos países del mundo occidental en cuyas sociedades se han estructurado mercados de consumo minorista, cada vez más extensos y diferenciados.
   Sería una falacia insostenible afirmar que la oferta determina la demanda, porque ello conduciría a “fetichizar” la sustancia, a darle vida y a creer que ella, por sí misma, crea las condiciones políticas, sociales, culturales y económicas para su consumo.
      Los países del Cono Sur constituyen corredores de tránsito internacional de drogas. Este concepto fue señalado por los principales organismos internacionales especializados en la materia y por los gobiernos de la región.
   No obstante, en los últimos tiempos, en estos países, se han desarrollado nuevas tendencias dadas por el crecimiento del consumo y la articulación de mercados minoristas inexistentes hasta entonces; en Argentina, por ejemplo, el aumento del contrabando de productos derivados de la industria química y farmacéutica; y la conformación de ciertos circuitos y plazas auspiciosas para el lavado de dinero sucio.
   Ello, en alguna medida, ha estado apuntalado por el crecimiento relativo de la mayoría de nuestras economías, pero también, por algunas deficiencias institucionales que deben ser abordadas sin tapujos. El 11 de junio del año pasado, el Doctor Aníbal Fernández, actual senador de la nación, sostuvo apropiadamente que “en la Argentina, las políticas estatales [contra el narcotráfico] han sido de corte netamente represivo, han estado desprovistas de coordinación y han sido erráticas, encaminando sus esfuerzos en perseguir al consumidor”, todo lo cual ha desembocado, según sus propias palabras, en “un total y rotundo fracaso. A medida que los procedimientos son mayores, las cárceles están llenas de adictos o pequeños comerciantes”.
   Esto  ha sido así. En efecto, en la Argentina, la ausencia de políticas integrales en materia de control del narcotráfico ha respondido a ciertas deficiencias significativas cuya superación requiere de un conjunto de acciones institucionales básicas.
   En primer lugar, resulta indispensable el desarrollo de un cuadro de situación actualizado e integral del narcotráfico en el país, en todo lo atinente al tráfico, tránsito, comercialización y consumo de drogas ilegales así como a la producción y comercialización de precursores químicos y al lavado de dinero. Dicho diagnóstico debería desarrollarse en dos niveles.
   En el plano estratégico hay que analizar cómo se desarrolla el fenómeno del narcotráfico y, a raíz de esto, elaborar políticas públicas acordes y eficientes a prohibir el comercio de drogas. En el plano táctico, a los efectos de dar cuenta de las actividades y acciones concretas del narcotráfico así como de los grupos y redes narcotraficantes.
   La experiencia regional nos indica que aquellos países que no tienen la capacidad de construir un diagnóstico apropiado acerca de la situación del narcotráfico quedan a expensas de que dicho cuadro sea realizado e impuesto por las agencias policiales y de investigación de los países dominantes de la región, siempre de acuerdo con sus perspectivas y con sus intereses, los que no siempre son convergentes con los nuestros.
   En consecuencia, las problemáticas del narcotráfico deben ser incorporadas en la agenda gubernamental de seguridad pública como un asunto prioritario, pero siempre a partir de un cuadro de situación autónomamente definido, conforme las perspectivas e intereses nacionales.
   Ello, a su vez, debería ir acompañado necesariamente de la actualización y modernización de las bases legales y normativas del sector así como de la conformación de un servicio civil especializado en el control del narcotráfico.
   Finalmente, es indispensable emprender un profundo proceso de modernización de la policía  tendiente a superar dos defectos que cercenan un accionar la institución eficiente en la materia. Por un lado, el anticuado órgano de las fuerzas de seguridad  y su función social como también su doctrina frente al aumento y la complejización del narcotráfico. Por el otro, la existencia de bolsones de corrupción policial volcados a la regulación y protección de actividades delictivas de altísima rentabilidad económica, entre ellas, el narcotráfico.
   No se puede hacer frente eficientemente a los grupos delictivos organizados con instituciones policiales pobres, dotadas de presupuestos insuficientes, ya que esto promueve la creación de mecanismos de recaudación ilegal de fondos.
   Esto abre la puerta para que las poderosas organizaciones criminales que están detrás de los negocios de referencia consigan controlar, por medio de su fabulosa capacidad corruptiva, a sectores o grupos policiales abocados a su control y desarticulación.


La Barca Cubana, julio 2013.

jueves, 11 de julio de 2013

Columna Política, por Mariano Barrera


Los tenemos adentro

 
 En los últimos días viene circulando la información de que Estados Unidos estaría realizando espionaje en distintos países de América Latina. La información fue confirmada por Edward Snowden , ex topo de la CIA, y la misma dice que Argentina , Brasil, Ecuador, Venezuela, Colombia, entre otros fueron investigados por el servicio de inteligencia estadounidense. Mediante los sistemas "Prism" y "Boundless Informant" la CIA tuvo acceso a conversaciones telefónicas, correos electrónicos y redes sociales como facebook y youtube y así recolecto información sobre los ciudadanos de los países ya nombrados. No sentirnos seguros por el temor de que otras personas tengan acceso a nuestras cuentas personales ya es algo común y menos sorprende que sea Estados Unidos el país que este espiando a ciudadanos latinoamericanos. Sin embargo lo que parece aun mas grave es el silencio que se produjo desde los medios de comunicación y sectores de la oposición en Argentina. Ayer la presidenta Cristina Fernandez se pronuncio en el acto por el 9 de Julio en Tucumán donde dijo: “Claro, es más cool la CIA que un gendarme” haciendo alusión a la causa que investiga el llamado "proyecto X" que se trataría de un proyecto de espionaje desde la Gendarmeria nacional mientras Nilda Garre la gestionaba y que se habría utilizado para investigar a distintos lideres y militantes opositores. Mientras tanto, en este tema, la oposición hace silencio. Los que habían denunciado fuertemente el llamado "proyecto X" hoy en conjunto a los diarios mas reconocidos del país se guardan las opiniones respecto a las ultimas informaciones que han llegado a la mano de todos los dirigentes políticos de la región, que por cierto tratarán el tema en conjunto en la próxima cumbre del Mercosur que se llevará a cabo el viernes en Uruguay. Si no hay unión cuando se trata de la soberanía del país es complicado creer que pueden en algún momento unirse para otros temas. Ya hemos visto en cuestiones como los fondos buitres,la reestatización de YPF, la cuestión Malvinas y la fragata libertad cuando Argentina se veía perjudicada en su soberanía y sus derechos algunos sectores que parecieron estar más a favor de los intereses ajenos que de los propios intereses argentinos. Habrá que esperar, tal vez, despierten de la siesta y todos los dirigentes políticos del país repudien fuertemente y exijan explicaciones a Estados Unidos por la violación a nuestra soberanía y los derechos humanos de todos los latinoamericanos.


Mariano Barrera (10-07-13)

La Barca Cubana

Columna Sociedad, por Juan Ignacio Lanari

Mujeres Vulnerables

   La violencia contra la mujer es una problemática social que afecta a más del 30 por ciento de las mujeres en América Latina, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas.
   La discriminación por género
 aumenta la vulnerabilidad de derechos de las mujeres. Actualmente, la violencia de género es el delito más común pero, al mismo tiempo, el menos castigado. Un dato importante es que el delito se produce tanto en el ámbito privado (suele ser invisible e incluso minimizado por las víctimas), y en el ámbito público (en el trabajo, en los servicios de salud, educación) y, por lo general, es banalizado. A nivel nacional, el 82 por ciento de las denuncias por violencia de género provienen de mujeres mientras un 18 por ciento son efectuadas por hombres.
   En nuestro país, cada 35 horas muere una mujer por la violencia de género, curiosamente la figura de “Femicidio” –que es un agravante del homicidio- fue incluida al Código Penal argentino recién en noviembre del año pasado.
A nivel legislativo, en Argentina se avanzó muchísimo en el tema con la promulgación en 2010 de la ley n°26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que éstas desarrollan sus relaciones interpersonales.
   Éste problema no tiene sólo como protagonistas a las mujeres (u hombres) víctimas de la violencia de género, sino que nos afecta a todos como sociedad y nos hace responsables de criminalizar la violencia y luchar por erradicarla. No alcanza con leyes que condenen a los agresores sino que tenemos que lograr generar un repudio social y unánime ante cualquier situación que amenace contra la integridad física, psicológica o sexual de cualquier persona producida sobre la base de su sexo o género.



Juan Ignacio Lanari (11-07-13)

La Barca Cubana

miércoles, 10 de julio de 2013

¡Nunca Más! (publicado en revista junio 2013)


Entrevista a Genoveva Ares, secuestrada por la dictadura en 1977




Por Juan Ignacio Lanari
Y Mariano Aleksink
Son las cinco de la tarde de un típico viernes de otoño. La localidad de Temperley, al sur del conurbano bonaerense, nos ofrece la imagen de una plaza que, a esta hora, se encuentra mucho más tranquila que en hora pico cuando miles de personas se acercan a la estación para ir a su trabajo, escuela o facultad. En frente de la estación, en un bar, esperamos a Genoveva Ares. Una ex militante de la Juventud Comunista durante la última dictadura cívico-militar. Una mujer con ideales, con proyectos, que fue secuestrada por pensar distinto, por querer cambiar la realidad.
Hoy, a 37 años del golpe de estado que dio origen al proceso más oscuro de la historia argentina, Genoveva nos cuenta su experiencia.

-¿Cuándo empezaste a militar?
   -Apenas empecé la facultad, empecé la militancia estudiantil para organizarnos. Algunos ya tenían experiencia en otras universidades y otros, como yo, éramos nuevos en el tema. La actividad era unitaria, para defender la Universidad abierta, en ese momento la Universidad de Lomas de Zamora funcionaba en el colegio Normal de Banfield.
-¿En qué agrupación militabas?
   -Yo pertenecía al Movimiento Universitario Reformista (MUR), que era la expresión universitaria de la Juventud Comunista. En la facultad también estaba la Juventud Universitaria Peronista (JUP), trabajábamos en conjunto para defender la universidad de la intervención.
   -¿Eras consciente en ese momento de todo lo que estaba pasando?
   -Sí, muy consciente de que podíamos alcanzar el objetivo que queríamos, de eso éramos conscientes. De que si trabajábamos en conjunto, si lográbamos un programa en común, nos podíamos acercar al objetivo, que de hecho se logró en Lomas por un tiempo.
-¿Cómo influyó en la militancia la tensión política del país?
   -Empezó a influir con el asesinato de Hugo Hansen (militante de la UNLZ asesinado el 30 de marzo de 1974 a metros del rectorado de la universidad, donde se estaba realizando una toma en contra de la intervención).Esta presión fue avanzando con el gobierno de Isabel Perón y el proceso Ivanissevich, que quiso ponerle un corte a todo este proceso de participación y de un nuevo proyecto político. La única Universidad que pudo superar la intervención en 1975 fue Lomas de Zamora. Nuestra pelea fue previa a 1976. De hecho, el interventor de la facultad mando a allanar la casa de 20 militantes el 20 y 21 de agosto de 1975.
-¿Cuál era el objetivo de esta operación?
   -La orden decía “terminar con el accionar subversivo en la Universidad”, por eso se solicitaron los allanamientos. Una vez realizados, la Policía le llevo al rector un informe con los procedimientos realizados y los resultados obtenidos. Todos pasamos a disposición del juez Molteni. En mi caso salí rápido porque no me secuestraron nada, pero figuro en la División de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires (DIPBA). Ese archivo se encontró en los noventa en La Plata y se utilizó como prueba en los juicios.
-¿Cómo fue tu primera detención en tu casa, en 1975?
   -Horrible, ¡el lugar más seguro que pensás es tu casa!, aparte fue de noche. Fue muy feo, pero peor fue encontrarme en la superintendencia de Lanús que entraban a patadas a Mastrangelo y a su novia, junto a unos compañeros y escuchar cómo los torturaban esa noche.
-¿Qué consecuencias trajo esta intervención?
   -Desmanteló todo el proyecto que había de trabajo en conjunto con el municipio, desarticuló la Universidad y desarmó el plan de estudios. Vació de contenidos las materias. Mucha gente tuvo que desertar. Yo seguí en ese momento, pero en el segundo cuatrimestre de 1976 tuve que dejar la facultad.
-Dos años después, en 1977, sufriste una segunda detención, ya instaurado el gobierno de facto, ¿Cómo fueron las características esta vez?
   -En ese momento yo había cambiado de trabajo (antes trabajaba en la embajada de Cuba), hacía pocos días había empezado a trabajar en Lomas a pocas cuadras de mi casa, tenía pensado terminar la carrera de periodismo y dedicarme a eso en el futuro. La noche del 14 de Mayo de 1977 los tipos entraron a mi casa rompiendo todo, metieron a mis papas en la cama y estuvieron esperándome varias horas hasta que llegara del trabajo. Se llevaron todo lo que pudieron, y cuando entré cotejaron mi cara con una foto carné que tenían. Ahí me llevaron afuera y estaban golpeando a Gabriel (mi novio), nos subieron en autos distintos y nos llevaron, en ese momento decidí no cerrar los ojos para ver a donde me llevaban.
 -¿Qué ibas pensando en el trayecto del viaje?
   -Que iba a ser largo lo que me esperaba, largo y difícil. Yo conocía a otros compañeros que estaban secuestrados, como “Moncho” (Ramón Pérez, militante de la UNLZ desaparecido el nueve de Noviembre de 1976 en Temperley). Me había puesto una idea: yo sólo iba a hablar de mi militancia en la facultad que en ese momento ya estaba prohibida.
-¿Qué era lo que buscaban?
   -Ellos querían saber por qué me quería ir a España (por una beca solicitada para ir a estudiar al país europeo a comienzos de 1976), yo les dije que no me quería ir, que me quería quedar acá. Otra parte de la conversación era sobre mi militancia política, mi nombre de guerra y otras cosas que solían preguntar, por suerte no me acordaba ningún nombre. Mientras a mí me torturaban para sacarme información, yo escuchaba cómo le pegaban a Gabriel en la habitación de al lado.
-¿Tu novio también era militante?
   -Sí, era militante pero no de la facultad, él pertenecía a la Juventud Comunista. De él no tenían ningún dato, nada de nada. Le pegaron tanto que puede ser una de las causas por la que lo tuvieron tanto tiempo (fue liberado 43 días más tarde).
   -¿Pudiste identificar dónde estuviste detenida?
- El lugar donde establecí que estuve, y más tarde logré comprobar es en Vesubio. Lo identifiqué por no cerrar los ojos y ver el recorrido, me llevaron por camino negro y después por la Dellepiane, después bajaron en puente 12, ahí había una dependencia de suboficiales del ejército.
-¿Esa misma noche te torturaron para sacarte información?
- Si, esa noche me torturaron en varias tandas, me dejaban sola mientras hacían ruido con unas chapas, y me hacían escuchar cómo le pegaban a Gabriel afuera. Después, en la segunda parte de la tortura, logré ver una Esvástica quemada en un telgopor. Cuando volvieron a entrar a la habitación estaban mucho más violentos, me decían que más vale que hable porque sino iban a llamar al “Oso” que era el especialista en violaciones. Me torturaron con la picana a una intensidad muchísimo mayor hasta que perdí la conciencia, supongo que fue un paro. Cuando me desperté había alguien haciéndome masajes cardíacos y diciendo “se nos va, se nos va”. Después de estas sesiones de torturas, me arrastraron desnuda hasta unas “cuchas” que habían afuera, donde me ataron para que pase la noche. Una vez en la cucha empecé a gritar hasta que una señora que estaba al lado mío me dijo que me calle porque me iban a matar, y ahí me desvanecí y no me acuerdo de nada hasta el día siguiente. Cuando me desperté me volvieron a llevar adentro para torturarme otra vez. Después de eso, al ver que no tenía información, me hicieron bañarme y me dijeron: “Te vas a ir”. Al principio no entendía para que lo hacían, hasta que me di cuenta que el objetivo de ellos era amedrentar para que pienses que así como te pasó podrías estar desaparecido, no estar acá.Al día siguiente, después de darme de comer, me llevaron de noche y me dejaron a una cuadra de mi casa, cuando me soltaron me dijeron: “Ni se te ocurra pisar la Universidad de Lomas porque sos boleta”. A Gabriel lo tuvieron 43 días más, cuando lo soltaron cerca de la Firestone (Llavallol), pesaba 20 kilos menos.

-¿Cómo siguió tu vida después de esto?
-Me tuve que mudar, no podía seguir viviendo en mi casa. Me fui a lo de una amiga en Ramos Mejía, con tanta casualidad que el colectivo que me tomé para ir pasaba por camino de cintura  y en el momento que pasó por el centro de detención me di cuenta y me dije: “Ahí estuve y ahí está Gabriel”, no sabés el miedo y la desesperación que me agarró en ese momento.
-¿Cómo se vivía desde la militancia política el “Algo habrán hecho”?
-Era muy feo, yo me había quedado muy enemistada con mi barrio porque escucharon todo lo que pasó y no hicieron nada. Yo lo viví como una cosa fea, porque sentía que no le importaba, no le interesaba al resto de la sociedad lo que me pasaba, entonces se creaba una distancia. Yo no sentía el tema del “Algo habrán hecho” como algo peyorativo. Algo hicimos, hicimos algo para que todos estén mejor, esa era la postura. Me involucré, hice algo, pero no hice nada ilegal. Involucrarte para que algo mejore es lo que uno tiene que hacer. Por eso seguí militando, por los Derechos Humanos, en la búsqueda de los desparecidos.
-¿Qué significó el regreso a la Democracia para vos?
-El regreso a la Democracia significó muchas cosas buenas. Entre ellas, en los últimos años tuvimos la posibilidad de hacerles juicio (a los responsables del terrorismo de Estado). Los que sobrevivimos de El Vesubio tuvimos la posibilidad de juzgarlos y conseguir que los represores, algunos murieron sin ser juzgados como Durand Sáenz, terminaran presos. Yo soy querellante en esos juicios, lo considero como un logro de la Democracia. Una vez en Democracia pude concretar el proyecto de vida que me habían cortado, volví a la facultad, me recibí y hace pocos años empecé a trabajar en una radio, casi 30 años me duró ese corte en mi proyecto de vida.
-¿Cómo ves la participación política actual de la juventud?
-Lo veo fantástico, que todas aquellas aspiraciones que alguna vez tuvimos, hoy tienen otra mirada pero tienen esa mirada de meterse, de participar, de gestionar un proyecto, de salir adelante. Me parece que es maravilloso que los jóvenes de hoy, desde otro lugar, quieran involucrarse y jugarse por lo que piensan. Y de poder actuar de otra manera también, cada uno desde su lugar, no como algo apartado. Lo bueno es que eso sea una conclusión de esta generación, que se tenga una mirada de la política como algo buen, no como pasó en los noventa con la antipolítica. Uno puede pensar distinto pero tiene que ser respetado, no tiene porqué ser despreciado.



La Barca Cubana, junio 2013.

Docentes en lucha (publicado en revista junio 2013)


Por Juan Ignacio Lanari
  Todos los medios de comunicación se hicieron eco en los últimos meses del conflicto docente. La provincia que protagonizó indiscutidamente éstos reclamos fue Buenos Aires, a causa de ser la única que no consiguió una negociación exitosa y llegó a “destrabar” el conflicto por medio de un decreto unilateralmente firmado por el ejecutivo provincial que instaba a la conciliación obligatoria.
   No es noticia y no llama la atención que todos los comienzos de año el gremio docente se enfrente al Estado buscando un aumento salarial, ¿Por qué ésta medida parece ser interminable y se repite año tras año? Ésta pregunta parece ser muy simple y, a la vez, muy compleja para responder. Para entender el conflicto hay que volver varios años atrás en la historia de nuestro país y, quizá con esto entendamos un poco más por qué el gremio docente no consigue una reivindicación laboral definitiva y cobra, en promedio, menos de la mitad que un empleado del sector financiero.
   La educación a nivel nacional sufrió un cambio significativo en 1956, poco después que la “Revolución Libertadora” derrocara el segundo gobierno constitucional de Juan Domingo Perón. En ese momento se empezó a gestar un proyecto que consistió en transferir instituciones educativas y docentes de la Nación a las provincias para “federalizar la Educación”. En realidad, el objetivo de esto no fue descentralizar la toma de decisiones sino reducir el gasto público del Estado Nacional.
   Éste proyecto se produjo mediante seis etapas que fueron paulatinamente cumpliendo el objetivo hasta terminarlo en la década de los noventa, bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem. Éstas se llevaron a cabo en los años 1956(ley n° 7977/56; 1961 y 1962 (leyes n° 15.021, 15.796 y 16.432); 1968 (ley n° 17.878); 1978 (leyes n° 22.367 y 22.368); y 1992 (ley n° 24.049). En total, una vez terminadas estas seis etapas, 10.980 centros educativos y 120.000 docentes dejaron de depender del Estado Nacional para ser responsabilidad de provincias y municipios.
   Esto tuvo repercusiones sociales y económicas a nivel provincial y regional. A nivel social, repercutió en lo que se conoce como segmentación educativa ya que al no tener un eje regulador ni un Estado auxiliador, las regiones reflejaron en la calidad educativa, la desigualdad económica existente en los distintos puntos del país. Por su parte, las provincias tuvieron que aumentar su presupuesto para educación a merced de la desinversión del Estado Nacional (mientras, en promedio, las provincias aumentaron un 38 por ciento la inversión, Nación lo hizo a un  8 por ciento).
   El Estado neoliberal empezó a mostrarse debilitado en la última parte de la década de los noventa y estalló a fines del 2001, provocando una crisis que casi alcanza la hiperinflación y generando una fuerte tensión social que llevó a la renuncia del entonces Presidente, Fernando de la Rúa.
   Luego de la crisis, las políticas de Estado adoptadas por Néstor Kirchner, mostraron un cambio de paradigma y la educación no estuvo ajena a esto. En el año 2005 se sancionó la ley de financiamiento educativo (n° 26.075). En ésta, el Estado se comprometía a conseguir en 2010 destinar el seis por ciento del Producto Bruto Interno al financiamiento de  Educación, Ciencia y Tecnología. Además, en 2006 se firmó la ley de Educación nacional (n° 26.206), que le dio forma a una nueva estructura académica del sistema educativo y reafirmó el compromiso de destinar no menos del seis por ciento de PBI exclusivamente a la Educación.
   En conclusión, observando los dos sistemas, la intervención nacional en materia educativa demuestra un mejoramiento en relación a las desigualdades entre las provincias y en el salario docente que alcanzó un aumento, entre 2003 y 2012, del 570 por ciento (con una inflación acumulada del 365 por ciento) y llegó en 2012 a ser el salario docente más alto desde 1996.
   Ahora bien, teniendo en cuenta el notable avance del sueldo docente en los últimos años que lo ubica por encima del crecimiento del salario real de toda la Economía argentina, ¿Qué puesto ubican los docentes en relación a su remuneración?
   Según un documento publicado por la Administración Federal de Ingresos Públicos, el salario docente ubica el segundo peor puesto en el sector servicios y el tercero en general. Tal vez sea esto lo que provoca las movilizaciones y los paros docentes regularmente todos los años.
   Ahora vamos a analizar el caso de la provincia de Buenos Aires que, como dijimos anteriormente, protagonizó un escándalo con los sindicatos docentes. El gobernador Daniel Scioli, tras varias negociaciones que fracasaron, dictó la conciliación obligatoria fijando un aumento del 22,6 por ciento a cobrar en tres cuotas (12 % en marzo, 6,6% en septiembre y 4% en diciembre).
¿Cuál es la causa de que, por ejemplo, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires haya arreglado un aumento del 26 por ciento? Desde la gobernación provincial se desligaron de la responsabilidad asumida en la ley de Educación provincial.
   El gobernador denunció que el Estado Nacional no permitió endeudarse a la provincia ni transfirió fondos para solucionar el conflicto. Es cierto que tras haber registrado un incremento del 33,8 por ciento en recaudación por IVA e Impuesto a las Ganancias, el Estado Nacional transfirió a Buenos Aires un 10 por ciento menos de fondos que a las demás provincias y, además, prohibió el endeudamiento. Hay algo que es indiscutible y evidente: la tensión entre los dos gobiernos después de que Daniel Scioli exprese públicamente su candidatura presidencial para el 2015. Quizá por esto el gobernador esté pagando un precio político, sin dejar de lado su ineficiencia para administrar su distrito.
   Verdaderamente, las víctimas de este conflicto no son ni el Gobierno provincial ni el nacional por tener que destinar más fondos a la provincia. Éste enfrentamiento termina afectando indudablemente a los docentes y, en consecuencia, a los miles de chicos de escuelas públicas que se  quedan sin clases por las medidas de fuerza adoptadas por los gremios.
   ¿Ésta es la importancia que nuestros representantes le dan a la Educación? Si la educación “Es el futuro”-como dicen-, ¿No deberían obrar con más responsabilidad y con más conciencia de quienes son las verdaderas víctimas de sus pujas de poder?








La Barca Cubana, junio 2013.