martes, 29 de octubre de 2013

Occidentalización de Medio Oriente

Por Santiago Módica


Distintos enfoques, perspectivas y concepciones tratan de explicar el por qué del conflicto en Medio Oriente, tratan de dar explicaciones al surgimiento de estos, y principalmente, su persistencia a través de ya varios años.

Lo que planteo en estas líneas es desarrollar, desde mi punto de vista, los fundamentos, ideológicos y políticos, que hay detrás de estos conflictos. Pienso que hay una necesidad de desmitificar la concepción del desarrollo de los hechos, orientados en cierta parte a articular los preceptos que Europa y Estados Unidos quieren, y de esta manera desvirtuar el análisis de lo que ciertamente está ocurriendo en Medio Oriente.

La conformación del Estado moderno, contemporáneo, surgido bajo paradigmas westfalianos, podemos observarlos bajo el tutelaje europeo, es decir, fuertemente influenciado por la experiencia y la tradición europea y estadounidense. Este largo proceso tuvo que atravesar multiplicidad de guerras, conflictos, disputas territoriales, guerras desatadas por creencias religiosas, por intereses políticos, intereses territoriales, entre otros motivos. Por otra parte cabe destacar la duración de los procesos de conformación estatal de los que actualmente  en el plano internacional,  son de alguna manera las potencias más influyentes, y principales decisores dentro del sistema internacional, de esta manera, podemos ver el proceso de independencia de los Estados Unidos, el cual llevó casi 10 años, las unificaciones italiana y alemana (como hoy se conocen) son concebidas como procesos históricos que demandaron una vasta cantidad de años. Teniendo en cuenta estos datos podemos establecer una analogía con lo que acontece en Medio Oriente, e identificar a estos acontecimientos como sus respectivos procesos de conformación estatal, los mismos que Europa  ha atravesado.

Los principios fundantes luego de las Paz de Westfalia en 1648 redefinieron al Sistema Internacional y lo dotó de nuevas formas de pensar el mundo, particularmente bajo dos conceptos, el de la territorialidad, pensado como límites de frontera y desencadenado de esto, la concepción de la soberanía, concebida en términos de no injerencia sobre los asuntos internos.
Cabe destacar que estos procesos de independencia y asentamiento de la soberanía y territorialidad fueron producto de años de maduración, de tantísimas guerras y años de aprendizaje, en los cuales los países europeos eran ÉL Sistema Internacional, y ninguna otra nación intervenía en sus asuntos.
Teniendo como eje lo recién expuesto, podemos vincular los conflictos que ocurren en Medio Oriente, dentro de una conformación estatal tardía, tratando de establecer una definición de su soberanía, de una cultura, una religión, y principalmente las normas que van a regir dentro de ella. El problema radica en que la mirada europea y estadounidense que ejercen sobre el Mundo de Oriente, juegan un papel de interventor, de marcar CÓMO desarrollar sus proyectos independistas. Este papel hace creer que los conflictos tienen una naturalidad y una concepción determinada, cuando en realidad el momento que atraviesa Medio Oriente es un proceso de guerras intestinas, civiles, las mismas que se han desarrollado en todas partes del mundo, y que todos los países han tenido, y las cuales, nadie les ha dicho como realizarlas.

Conclusión: Podemos marcar que la influencia y por otra parte la injerencia directa europea y norteamericana en la experiencia de oriente, corre de eje la naturalidad de los conflictos y por otro lado vuelven simplista un análisis que a priori tiene una profundidad superior a la que se le adjudica, yendo más allá del análisis de que “Son sociedades que se han quedado en la historia,  y no comprenden el nuevo mundo”. De esta manera, reafirmando lo antes dicho,  los acontecimientos en Medio Oriente no son más que su proceso de conformación estatal, tratando de redefinir su soberanía, sus alcances, es decir, cómo será su integridad y cuál será su política interna, y por otro lado el rol que van a jugar regionalmente, y su posterior proyección  en el Sistema Internacional.

La Barca Cubana, octubre 2013

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